Ingredientes
Sable fresco(1Kg)
Ajo (3-4 dientes)
Perejil fresco
Pimentón dulce de la Vera (2 cucharaditas)
Sal
Un chorrito de aceite de oliva
En el mortero hacemos un majado con la sal, el ajo y el perejil; ponemos el sable troceado en un recipiente con tapa y añadimos el majado, el pimentón y el aceite. Lo mezclamos todo bien y dejamos en reposo, unas horas en el frigorífico; está mejor de un día para otro.
Lo pasamos por un poco de harina y lo freimos hasta que esté doradito; lo ponemos en papel absorbente para que pierda el exceso de aceite y está listo para comer.